ARMA LUIS FONSI FIESTÓN POPULAR Y A LA GENTE LE IMPORTÓ UN COMINO LA EXQUISITEZ DE LA ALTA CULTURA

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Ándenle, váyanse felices de vacaciones. Más o menos con una frase así el Instituto Sinaloense de Cultura, con música pop a cargo del popularísimo Luis Fonsi, celebró el inicio de los días de asueto de los miles de jóvenes que se dieron cita en la explanada de la unidad administrativa de gobierno, quienes el viernes 23 de marzo se despidieron de las aulas con motivo de la Semana Santa y la Semana de Pascua, que aunque en el calendario litúrgico se les considera como días de ‘guardar’, en las fechas que corren se toman como temporada de fiesta, de visitas a las playas y de córrele porque te pego. ¿Cuál iglesia, oye?

Bueno, lo que se vio durante el concierto, no fueron particularmente jóvenes, pues además se sumó público de todas las edades y hasta familias completas, abuelas y niños de carriola incluidos, porque el programa ‘Puro Sinaloa: sonando para todos’ del Festival de Primavera, se ha distinguido por reunir a toda la plana familiar, sin distingo de años viejos o de años jóvenes, dada su concepción de convivencia sana y la idea de que la gente se divierta sin temores a pleitos palenqueros, que para ello, si sucediese, el ISIC tiene el cuidado de hacerse de casi todos los cuerpos de seguridad habidos y por haber, desde los oficiales de tránsito que controlan la circulación vehicular, hasta a los uniformados en sus patrullas, con armas al resguardo discreto. Para no asustar, pues.

Los organizadores hablan de cerca de 18 mil asistentes, lo que es una suma respetable, aunque por la figura del cantante y la fama que lo corona, bien hubiera podido dobletear la cantidad, pero el no suceso pudiera explicarse por la arraigada costumbre de meter bikinis y pantalones cortos en las maletas y a darle matarile por las carreteras, pues muchos aprovechar quieren estas dos semanas de vacaciones, así se haya tratado del puertorriqueño Luis Fonsi, que si de escucharlo urge el asunto, nada más se cuidan de meter sus canciones a una memoria USB y fuga, que luego vendrán los exámenes de química y de matemáticas.

Pero de que fue un suceso, ni quien lo discuta. Y gratis. Lo que no se tiene tan fácil a la vuelta de la esquina, porque si Luis Fonsi hubiese venido a cantar por ejemplo al Foro Tecate, el costo de acceso por persona, mínimo, hubiese alcanzado los 400 pesos. Ya no se diga de las áreas VIP, que por lo regular oscilan por los Mil pesos.

De modo que esos 18 mil, en un ambiente relajado, pero de relajo sin complicaciones y en forma segura, tuvieron la oportunidad de disfrutar al cantante en persona y de hacerle gorgoritos en coro a temas como Tanto corazón, Nada es para siempre, Imagíname sin ti y Apaga la luz.

Y si de adjetivar viene la cosa, los alaridos se hicieron oír cuando Fonsi se aventó las canciones Llueve por dentro, Llena de amor, Party animal. Y ya no se diga de Échame la culpa, esa que dice tengo una historia que confesar, ya entendí muy bien lo que pasó, y aunque duela tanto tengo que aceptar que tú no eres la mala, que el malo soy yo. ¿Cómo le quedó el ojo?

Cuando lo tocada se acercaba a las dos horas, ya no fueron aullidos, sino desgreñes, júbilo y ay, ¡te amo, Luis Fonsi!, en el momento en que éste interpretó el celebérrimo Despacito, oh no, oh, oh, que se ha metido como pedro por su casa en el gusto popular de América Latina.

A decir verdad, y aunque se siga criticando que al gobierno de Quirino Ordaz le haya dado por gastar millones en artistas comerciales, lo sucedido el 23 de marzo fue otro acontecimiento de tinte fiestón popular, porque al final de cuentas al grueso de la gente le importa un comino lo que significa la alta cultura, la de orden aristocrático, y ama divertirse a lo lindo, así desconozca la apasionante determinación de la Polonesa, de Chopin. Que si tal gente quisiera, allí están los conciertos de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes. ¿Querrá?

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