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Debido a un Congreso insensible, congelado el matrimonio igualitario.
Escrito en colaboración con Omar Lizárraga.
Han pasado ya más de cuatro años desde que se presentó la primera iniciativa de reforma de los artículos 40 y 135 de Código Familiar del Estado, que permitiría la unión de parejas del mismo sexo y las dotaría de los mismos derechos, ni más no menos, que goza cualquier matrimonio heterosexual. Todos iguales.
https://www.youtube.com/watch?v=iF0lS67tG5I
Dos legislaturas han hecho oídos sordos a las demandas justas y con base en las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (el más alto tribunal del país), quien ha dictaminado que debe darse luz verde a estas uniones.
En esta nueva legislatura ya se han presentado dos nuevas iniciativas, una de MORENA (Merary Villegas) y otra del PAN (Roberto Cruz). El pasado jueves se presentó, por parte de la diputada Merary Villegas, un pedido de Urgente y Obvia Resolución, sometiéndose a votación en el pleno, quedando más que obvio que a esta legislatura poco o nada le importan los amparos, la Suprema Corte, las iniciativas de reforma, las visitas, las marchas y el claro respaldo de la población respeto a los derechos que debe gozar la Comunidad LGBTI del estado.
Obviamente hay una “orden” para que esta reforma no prospere. Cabría preguntarse a quién le molesta tanto que dos hombres o dos mujeres puedan unirse legalmente en matrimonio, si el concubinato ya se viene dando desde hace muchos años.
Dicen algunos diputados que debe llamarse de otro modo, como “contrato social” o “sociedades de convivencia”, porque el matrimonio tiene un origen heterosexual y su fin es la procreación, dejando en evidencia que no conocen absolutamente nada del tema. Por su parte, nuevamente la SCJN ha dictaminado que tratar de llamar de otro modo a este tipo de uniones, es discriminatorio, y que el fin de una familia no es la procreación. El chiste es estar en contra, poner al frente todos los prejuicios sociales, los estigmas y las creencias religiosas, olvidándose que pertenecemos a un estado laico y que vivimos todos bajo un contrato social que está dentro de la Constitución, no de la Biblia.
El pasado sábado 8 de Julio la sociedad culichi respaldó ampliamente la Marcha de la Diversidad Sexual, ahora en su cuarta edición. Se dice que alrededor de 2 mil personas asistieron a respaldar este movimiento pacífico con el que se busca educar en cuanto al respeto a la diversidad, sea ésta cual fuere. Sí hay avances significativos, como haber visto la bandera de la diversidad en el balcón del Ayuntamiento y a sus autoridades saludando a los marchantes. También fue satisfactorio observar a instituciones gubernamentales y a políticos apoyando nuestra causa.
Esperemos que el Congreso abra de una vez sus ojos y deje de usar, como instrumento electoral, la aprobación del matrimonio igualitario.
Chiapas acaba de aprobar el matrimonio igualitario, y mismo caso sucederá tarde o temprano en Sinaloa. Mientras tanto, seguiremos luchando para que esto suceda, pues ya quedó demostrado que somos muchos y tenemos demasiados aliados. Somos más los que estamos a favor de los derechos humanos, de un Sinaloa respetuoso de la igualdad de derechos para todos. Y para todas.