Culiacán, Sin., a 06 de enero de 2017.- Lo que fue la primera fábrica de azúcar en Sinaloa, la fábrica La Aurora, construida en 1870 y de la que sobreviven una parte de la nave y la chimenea, conocida como “Pitón”, fue iluminada la noche de este viernes para resaltarla como un ícono de la ciudad, lo que generó varias salvas de aplausos de los vecinos, de los que resalta la señora Rosario Robles, con más de seis décadas viviendo en este sector.
El acto simbólico de iluminación corrió a cargo del presidente municipal Jesús Valdés Palazuelos, el director de Instituto Sinaloense de la Cultura (ISIC), Papik Ramírez, y varios vecinos, entre ellos Manuel Estrada, quien de motu proprio ya suma tres décadas dándole mantenimiento y limpieza a “El Pitón”.
Acompañando al alcalde estuvieron sus padres Serapio Valdés y Elisa Palazuelos.
Este evento sencillo y simbólico se convirtió en una verdadera fiesta popular, pues entre los vecinos destacó una “taquiza” que patrocinó el señor Ataulfo García, mejor conocido como “El Güero Taquero” por su puesto de tacos.
Desde que llegó Jesús Valdés al lugar fue recibido con abrazos por los vecinos y vecinas, como muestra de agradecimiento por esta sencilla obra de iluminación, pues pone de relieve que El Pitón es un ícono de este sector y de toda la ciudad.
Además del acto simbólico de iluminación esta fiesta también se convirtió en un acto cultural, pues se contó con la participación del danzante Leonardo Yañez, quien presentó su ya tradicional Danza de El Venado, y posteriormente el ambiente se puso romántico y alegre con las melodías del trío Azteca.
Gilberto López Alanís, historiador y director del Archivo Histórico, presentó una breve reseña de lo que fue la Fábrica La Aurora, y explicó que este edificio fue construido en 1870.
Recordó que en esos tiempos Culiacán apenas contaba con una población de menos de ocho mil habitantes y en esta fábrica de azúcar se empleaba a 250 personas, en su mayoría vecinos del sector.
Arnulfo Paredes, vecino del lugar desde hace más de 30 años, agradeció al presidente municipal preocuparse por los íconos de Culiacán.
