- Desde hace más de dos meses, parte de las instalaciones de la prometida Biblioteca Gilberto Owen permanecen ocupadas por la Dirección de Programas Preventivos
La permanencia de oficinas de la Dirección de Programas Preventivos de la Secretaria de Seguridad Pública, en el edificio de la prometida Biblioteca Gilberto Owen, al parecer va para largo. Los 40 días que -en teoría- sería sede temporal de esa dependencia gubernamental, se acompaña ahora de un letrero pegado en su exterior: “¡Conoce nuestros programas!… Juntos vamos por más”.
No es buena señal. Tampoco lo es que -aunque la administración pasada de Mario López Valdez dejó varios elefantes blancos-, hayan escogido el espacio en mención, que después de muchas promesas sigue sin aperturarse, incluso sin concluir su acondicionamiento.
El 22 de mayo pasado, Papik Ramírez Bernal, director del Instituto Sinaloense de Cultura, aseguró que se trataba de un préstamo y que todas las modificaciones que se realizaron eran superficiales; sin embargo, además de la gran calcomanía, dos antenas de elevada altura fueron instaladas en la parte superior del edificio.
“Esto es parcialmente cierto, porque es un préstamo temporal, todas las adecuaciones que se hicieron son superficiales. No se agujeraron paredes, ni nada de eso. Ellos se van a retirar, están ahí porque estaban pagando renta, porque no les han entregado el que será su edificio, pero en 30 día nos la entregan”, señaló en su momento Ramírez Bernal.
“No me inquieta en absoluto la situación, porque es temporal, todo está sobrepuesto, los cableados son por fuera, no hubiera permitido otra cosa”, consideró.
Desde febrero de 2009, Culiacán se quedó sin la Biblioteca Gilberto Owen, que era parte del complejo cultural Genaro Estrada y se pensó para reubicarla en el Casino de la Cultura, proyecto que nunca se concluyó. Los libros se perdieron casi en su totalidad. Se mojaron. Se incendiaron. Se olvidaron.
A la llegada de María Luisa Miranda Monreal como directora del ISIC, a inicios de su gestión se anunció la construcción de un edificio propio frente la Universidad de Occidente, aunque también se habló de su traslado al Parque Culiacán 87. Sin embargo concluyó su periodo en 2016, y la construcción quedó a medias.
Ahora con el gobernador Quirino Ordaz Coppel, la biblioteca no ha tenido una buena historia: aunque ya se cuenta con el 80 por ciento del mobiliario que será instalado y más de 50 mil libros, su inauguración se ha pospuesto en distintas ocasiones.
Finalmente fue prestada. Desde principios de mayo se instalaron las oficinas mencionadas y a lo lejos, desde los cristales del edificio, se observa ciertamente el mobiliario y decenas de cartones de la que pretende ser la Biblioteca Gilberto Owen. En otras palabras: los libros siguen encartonados.
