Y ESO QUE NOMÁS VA LA PURA PUNTITA
Por Julio Bernal
Cuando Cecilia Ochoa estuvo en Culiacán, hacia junio de este año, para anunciar que Sinaloa era el estado invitado en la XIII edición del Festival Entijuanarte, todo fue sonrisitas y abracitos y ay qué lindo será todo cuando vayan a Tijuana. Pero casi nada ha sido miel sobre hojuelas –ya puestos sobre Tijuana– (ni siquiera de la marca Cornflake), habida la desatención, el yo no sabía y córrele porque te pego, por lo que lo dicho por la presidenta de la Fundación Entijuanarte se empezó a hacer agua, al menos hacia el día 6 de octubre, porque, por ejemplo, no hubo Muestra Yoreme, pues no se montó de parte de los organizadores lo que se debía; a la prensa acreditada le dieron gafetes personalizados que han servido de adorno; a los reporteros gráficos no les han permitido hacer su trabajo por falta de criterio del personal de los espacios cerrados. Y así. Y varios de la delegación sinaloense se preguntan: ¿qué sería de nosotros, los pecadores, si ni fuésemos del estado invitado? Y otro dijo por allí: ¿esto tan chiquito es el Pabellón Sinaloa? Pero el Instituto Sinaloense de Cultura hizo lo suyo. Y el elenco también, haciendo esfuerzos y campito en las agendas para hacer acto de presencia en la tierra bajacaliforniana, of course: sin cobrar. Para que vean que hay gratitud y generosidad. Y punto.