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Una torrencial lluvia provocó daños a la recién inaugurada exposición Puntos Cardinales, en la Sala de Arte Joven del Centro Cultural Genero Estrada.
Nunca ha sido un secreto que por más remodelaciones que hayan tenido las galerías del ISIC, incluso la flamante Galería de Arte Antonio López Sáenz y el Masin (recordemos el plafón de Vlady, que estuvo durante muchos años en dicho patio y fue dañado por la humedad) presentan problemas graves cada que una lluvia torrencial arrecia en la ciudad.
Eso sucedió en la recién inaugurada exposición Puntos Cardinales, en la Sala de Arte Joven del Centro Cultural Genero Estrada, con la participación de los artistas Martha Romero, Sandra Robles, Mayra Zazueta y Antonio Rembao.
De la que fue una exitosa apertura, tanto por la cantidad de público, lo atractivo de la obra y el recuento de una importante generación de la plástica sinaloense, ya muy poco queda, por no decir que casi nada.
A través de redes sociales se ha exhibido cómo se ha tenido que retirar parte de la muestra; a ello agréguese que, de manera institucional, se anunció el cierre temporal de la exposición.
Eso estaba previsto, incluso desde el día de la apertura -porque, quienes asistimos-, vimos correr los chorros de agua hacia una parte de la planta alta de la galería, que indudablemente algún daño dejaría en las piezas, que en su mayoría fueron realizadas con procesos artesanales ligados a la naturaleza, a las aves, las plantas plasmadas en dibujos, instalaciones e imágenes.
Resulta lamentable que, a estas alturas, la dirección del ISIC no haya solucionado dicho problema -añejo, por cierto-, y que los artistas tengan que sufrir tales situaciones. Como es de suponerse, difícilmente se les reembolsará lo invertido.
Sabemos que, salvo algunos programas recientes, es el artista quien cubre sus procesos de creación. La institución ‘presta’ los espacios y hoy los cierra por causas técnicas… Válgame Dios.
