Culiacán, Sin. Si de opinar se trata en estos días, obviamente en materia deportiva, se debe escribir sobre el “papelón” que terminó haciendo la Selección Mexicana de Futbol en la Copa América Centenario. No haga caso al marcador de 0-7, pues sólo es el resultado de una lista de errores que ha cometido no nada más el colombiano Juan Carlos Osorio, técnico del TRI, sino TODA la comisión de Selecciones Nacionales, al permitir tal conjunto de sandeces en cuanto a la conformación de alineaciones. No puede usted tratar de competir, en un torneo de tanta envergadura como es la Copa América, con rotación de arqueros. Desde ahí estamos muy mal, ya que el más confundido es el propio Juan Carlos Osorio, quien después, a través de sus declaraciones, quiere convencernos de que por motivos de competencia jugará un portero en cada uno de los partidos. Desde ahí demuestra falta de carácter, autoridad y decisión. Otra: se habla de disciplina y con todo respeto y deseándole lo mejor a su nuevo hijo, a Rafael Márquez no se le debe permitir romper concentraciones. Con lo avanzada que está la medicina, claro que sabía en qué fecha sería papá y debía acompañar a su distinguida y bella esposa en el parto. Y de pilón, le permites ir, lo traes de regreso a tiempo y no lo pones a jugar de inicio. Entonces, de qué se trata.
Aún hay más: ¿cuántas alineaciones usó Osorio y cuántas alineaciones usó Argentina, o Colombia o Chile, quienes al momento de redactar estas líneas estaban rumbo a la final de Copa América? Lo que quiero decir es que la continuidad de juego de un mismo conjunto es esencial, primordial, y la verdad entre ustedes y yo…es de primaria el hecho de que el futbol asociación es el que te da la posibilidad de jugar exitosamente. Sé que esta explicación raya en lo burdo para quienes saben de este deporte, pero con Juan Carlos Osorio y sus teorías –la verdad–, así tenemos que plasmarlo.
Los resultados habían estado con él, las estadísticas son abrumadoras en ganados y perdidos en la era del colombiano como DT del combinado mexicano. Pero si usted analiza, amigo lector, los triunfos fueron con un futbol pobre, de apuros, de momentos aceptables, pero siempre sembrando dudas. Hoy le tocó enfrentar a rivales serios en competencias serias y ya vio usted los resultados y la realidad.
Se perdió con Chile 0-7, se arrastró el prestigio ante los ojos del mundo, se exhibió al futbol mexicano en su verdadero nivel. Contra Panamá, Salvador, Honduras, Jamaica, San Vicente, Guatemala y los de siempre, ahí sí México, futbolísticamente, es el rey; y ya ven que incluso batalla como en la anterior eliminatoria. Pero cuando con seriedad los enfrentan selecciones como Estados Unidos, Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay o algunos europeos, las cosas se ponen en su real dimensión.
Sé que hay triunfos importantes en recientes competencias frente a Brasil, Croacia, algunos fuertes equipos africanos y otros más de cartel mundial. El tema de hoy es que se desnudó el proyecto de Juan Carlos Osorio y los jugadores que le acompañan me dejaron un sabor de boca amargo, de tristeza y con un poco de sospecha, ya que por más mal que se plantee un partido, todos quedaron catalogados como cobardes, que se rindieron antes de acabar la batalla. Ya están marcados y eso, en Europa, cuenta. Allá están la mayoría de los que jugaron.
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