EL ZOOLÓGICO DE CULIACÁN, EN EL PATÍBULO

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  • En Change.org, por un lado, se promueve su cierre; y por otro, su permanencia. Pero no es un secreto que en el Zoológico de Culiacán, algo no está bien.

  • No es nada nuevo que la situación del Zoológico de Culiacán se ha ido agravando con el paso de los años; y que tampoco, a nivel mundial, movimientos pro-animales han promovido el cierre de estos espacios.

    Apenas en 2016, con la muerte del gorila Bantú, se impulsó la desaparición del Zoológico de Chapultepec, de la Ciudad de México. Y casos similares pululan en el mundo entero. Las razones no son desconocidas.

    Investigadores han concluido que el cautiverio de las especies provoca, entre otras cosas, locura, desnutrición, maltrato y comercio ilícito. En pocas palabras: una cárcel sublime.

  • AnimaNaturalis, la organización iberoamericana más grande por la defensa de los derechos de los animales, publicó recientemente una investigación de PETA realizada en numerosos parques zoológicos, y encontró que -sobre todo los osos- están neuróticos y presentan comportamientos estereotipados.

    “Por causa de la frustración pasan mucho tiempo andando de acá para allá, caminando en círculos cerrados, balanceándose o meneando sus cabezas y demostrando otros signos de angustia psicológica. En algunos recintos habitados por osos, se puede ver que los pasillos están gastados por las mismas pisadas de los osos debido al paseo constante, y en otros, había huellas de sus patas en el suelo a causa de las repetidas veces que el oso caminó exactamente por el mismo lugar, debido a la restricción de movilidad. Este comportamiento es sintomático, y no se da sólo por aburrimiento, sino también por causa de un profundo desaliento”.

    A pesar de su supuesta preocupación hacia los animales, añade el estudio que los zoológicos “son colecciones de animales interesantes: no son refugios ni hogares para los animales. Incluso bajo las mejores condiciones es imposible duplicar o acercarse a crear algo similar al verdadero hábitat en que éstos viven. A los animales se les impide realizar la mayoría de los comportamientos que para ellos son innatos y vitales como correr, volar, escalar o acompañarse de otros compañeros de especie. Los zoológicos sólo enseñan al público que es aceptable interferir y mantener en cautiverio a los animales, a pesar de su aburrimiento, hacinamiento, soledad y privación de las más elementales maneras naturales de su especie”.

    El Zoológico de Culiacán

    Históricamente, los zoológicos han sido una parte importante de la cultura de las sociedades. Su existencia data del año de 1664 en Europa, y su modernización en 1765, en Viena. En Culiacán, fue en 1958 cuando abrió sus puertas.

    Lo hizo como parte del Centro Cívico Constitución de alguna manera marcó la niñez de muchos y en donde se contó con una sección de juegos, que ya no existe; con alberca, espectáculos en la concha acústica; con la extinta biblioteca, con el Meteorito de Bacubirito que durante muchos años estuvo en las afueras del Museo de Historia Regional.

    En su momento -debe decirse-, cumplió con una función vital en las ciudades, es decir, ser un centro educativo y de entretenimiento. Pero no recuerdo haberlo visto en la situación que hoy se encuentra, a pesar de que se remodeló, según para bien.

    Será falta de presupuesto, o no sé de qué más pueda ser, de que este espacio se ha quedado rezagado. Y un olor fétido permanente, jaulas avejentadas. Y ni qué decir del herpetario más que deplorable, con vitrinas quebradas, humedecidas, opacas.

    Habría mucho más que agregar, pero no se trata de satanizar. Claro está que deben existir cosas positivas, porque a raíz del lanzamiento para la recolección de firmas para su cierre, a través de Change.org (donde hasta hoy se registraron 45, 851 firmas), surgió otra para impedir el cierre (que lleva 5,098).

    El tema incluso se discutió en el Congreso del Estado, donde más que pronunciarse por su cierre, se habló de una dignificación del espacio. Aparte, especialistas que realizaron hoy un recorrido por el espacio (jueves 25 de abril), coincidieron en que los animales se encuentran en buenas condiciones; sin embargo, realizarán una serie de recomendaciones.

    Diego García Heredia, director del Zoológico de Culiacán, se manifestó en contra del cierre porque no solamente es un centro de esparcimiento emblemático para la ciudad, sino un espacio educativo para las nuevas generaciones.

    Rechazó que los animales no reciban un trato digno, dado que cuentan con alimentación óptima y espacios de acuerdo a sus necesidades, tal como lo establece la normatividad.

    La discusión sigue. Muchos argumentos a favor y en contra. Algo tendrá que suceder.

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