Santo Cristo. Que alguien me explique. Y es que el inicio de este año me propinó tremendo bofetón sorpresivo, luego de enterarme que don presidente municipal, Jesús Estrada Ferreiro, ha externado su interés en darle matarile al quiosco de la plazuela Rosales, este punto de tanta historia en el devenir cultural sinaloense, el área donde hace muchísimos años se levantaba la Cruz del Perdón, esto es, el altar donde los condenados a morir se persignaban a su paso rumbo al río, donde les daban plomo por las villanías cometidas.
Que quiere remodelar la plazuela, ha dicho. Pero que le estorba el quiosco, que no le mira ningún sentido, que le resulta un masacote inútil, pues qué es eso de presentar un numerito artístico y que por no tener ni pies ni cabeza, se le tenga que dar la espalda a una sección del público. O la oreja y un brazo. O el perfil entero. O vaya Dios a saber qué.
Supongo, por lo cortito, que don presidente municipal sueña con un zócalo plano, así, cuadradito, chulo él; incluso con reforestación nueva, sin esos árboles que le regatearían el paisaje adoquinado a la vista. Y tal vez sin la mayoría de las estatuas que por allí se miran, tal vez reubicadas, tal vez llévatela para tu casa. Tal vez no sé qué.
Supongo, por lo muy cortito, que quizá le abriría cancha libre al busto de Benito Juárez, con eso de que es masón de grado súbete muy alto y para luego venerarlo como mejor se debe, según los designios del Gran Arquitecto del Universo. Y córrele porque te pego.
Pero en este suponer de estrecho alcance, quiero decir, y digo, que muy posiblemente don presidente municipal se quedó con el ojo cuadrado luego de su viaje a Singapur. Y pues en ese país qué va a haber quioscos, oiga, si son rete pueblerinos, si son rete anticuados, si son rete todo y no van con sus sueños de grandeza urbana.
Ay, don presidente municipal. Pero qué desproporción. Cómo se le podría ocurrir pensar a Culiacán con los tamaños de una ciudad inteligente como Singapur. Allá, fíjese, donde existen sensores que miden el consumo de agua, pero frente a la realidad de un Culiacán en la que circulan pipas repartiendo el vital líquido por colonias populares, y donde no ha habido una chispa que ilumine el modo de controlar el Arroyo del Piojo, protagonista de recientes desgracias.
Singapur, ¡Alabado sea el Señor!, donde se tienen autobuses inteligentes, de los que se sabe su velocidad y hasta la cantidad de pasajeros que llevan, cuando aquí pululan reclamos de si el tráfico de la Obregón debe volver de aquí para allá, o de allá para acá, o viceversa, o doble; y con vecinos de la Chapultepec demandando y ganando y llorando porque los urbanos pasan como almas que lleva el diablo por sus callecitas y sus residencialitas y sus mamacitas.
Singapur, Virgen Santa, donde existen vehículos autónomos para recolectar desperdicios, mientras que en Culiacán -caso último en Las Quintas- se han llegado a acumular montañas de basura por falta de servicio. Don presidente municipal: ¿se ha dado alguna vuelta por Cañadas, donde de repente se generan terribles focos de infección por esta misma causa?
Y si lo del quiosco se integra a su visión neo urbana, singapuresca, o mínimo en plan de caricatura, tenga en cuenta que la plazuela Rosales forma parte del espíritu universitario, por más espacio municipal que sea. Lo adecuado que podría hacer, si a remodelaciones vamos, digo yo, es emparejar el adoquín, esto es, que la explanada frente al edificio central se integre, en un mismo nivel, a toda la plazuela. Esa sí sería una maravilla. Y por Dios: que restauren el quiosco y le den su manita de gato a las bancas.
De cualquier manera, no me imagino a Minerva Solano, directora del Instituto Municipal de Cultura Culiacán, con marro en mano dándole tumbos al quiosco, dado su perfil delicado, dadas sus manos a la fineza de los pinceles sobre el lienzo. Y digo Minerva, por los usos de los espacios públicos a los quehaceres de la cultura.
Y pues no me venga con sandeces, don presidente municipal. Aprenda del químico Benítez, quien en Mazatlán está haciendo sentir que sí hay en México una Cuarta Transformación, mientras que usted, con sus declaraciones, va encaminado a Culiacán hacia una ciudad de cuarta. Y punto. Comentarios: contacto@al100xsinaloa.com