- La postergación la entrega del Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2020 para el próximo año y el reclamo de creadores por pagos a su trabajo, se suman a las deudas de esta administración con la comunidad cultural
Las deudas que se generan en administración gubernamental en Sinaloa no son novedad; tampoco lo son las promesas que al respecto hacen los políticos, mucho más cuando se le debe a los más desprotegidos.
En el campo de la cultura ha sido una situación presente. Imposible olvidar que la administración de María Luisa Miranda Moreral tuvo como discurso, durante todo el sexenio, que las deudas generadas en el periodo anterior no los dejaban operar al máximo.
Y como testimonios nunca antes vistos, se dieron huelgas, despidos y el alejamiento de la comunidad cultural con la Dirección.
Sin embargo ahora, en esta administración a cargo de Papik Ramírez Bernal, la situación no ha sido distinta. En redes sociales, en lo bajito, los creadores reclaman deudas añejas.
Muchos tal vez no lo dicen de manera directa, porque el director al menos es empático; pero no debería ser la justificación mayor para postergar lo que no es un regalo, sino el resultado de un trabajo.
Recordemos que vivir enteramente del arte parecería una causa perdida, siempre y cuando se aspire a tener seguridad social, o una quincena segura; pero a muchos esa vida no les interesa y el espíritu creativo los mantiene, y entonces le buscan, presentan proyectos y demás. Tienen tiempos buenos y otros no tanto.
Esto viene al tema porque en el norte del estado, donde se reclama la entrega del prometido apoyo del PAMYC, éste ha sido dado a cuentagotas, que se prometió para principios del año, y siguen en la espera. Esta situación ha provocado la desesperanza, incluso conflictos entre los responsables de los proyectos.
Así como ellos, existen actores y directores que siguen esperando los pagos prometidos, aunque es cierto que hace algunos meses se saldaron deudas cercanas a los 6 millones de pesos.
Ramírez Bernal prometió también una política de “cero adeudos” con un sistema de pronto pago; sin embargo, por otro lado, se anunció la postergación del Premio Nacional Gilberto Owen 2020 para el próximo año.
En un comunicado, se señala que la pandemia COVID-19 ha obligado al gobierno de Sinaloa a replantearse el ejercicio del recurso en todas las áreas, desde el primer trimestre, y agrega que: “A eso se debe que en el Instituto Sinaloense de Cultura hayamos decidido posponer la entrega del Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2020 para el próximo año”.
Esta situación causó el descontento de la comunidad literaria, a quien se conminó a retirar sus trabajos si así lo desean….
No es ninguna buena señal, porque es claro que los 125 mil pesos que ofrecían de Premio en las categorías de Cuento y Poesía, respectivamente, no solucionarán la operatividad del ISIC, mucho menos será utilizado para terminar al fin la prometida Biblioteca Gilberto Owen; o mejor dicho: para recuperar su edificio, que ahora se encuentra prestado.
El ISIC, con esta situación, aumenta su deuda con la literatura. Ojalá y se salde antes de que culmine la administración, que se pensó como la que pondría de nuevo, en la palestra, al arte y a sus artistas.