- Mientras la ciudad se vuelve un caos con cada lluvia, las autoridades apuestan al desarrollo de eventos masivos como el que tendrá la Banda MS este 15 de septiembre.
No es novedad que el gobierno que encabeza Quirino Ordaz Coppel le siga apostando a la cultura del “espectáculo”, dejando claro que le interesan las masas, el muestreo y no así lo que realmente puede transformar vidas por medio del arte.
Decirlo no es algo romántico. Prueba de ello ha sido cómo -al menos- con la creación de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes en 2001 -con todos sus asegunes-, se ha impulsado a que nuevos jóvenes se inspiren de manera seria y académica en la música clásica, con maestros de alta calidad.
No hay que olvidar tampoco la permanencia de la Banda Sinfónica Juvenil del Estado, la Compañía Folclórica Sinaloense, que de manera callada impactan diariamente en las vocaciones creativas. Y así, a través de las administraciones han surgido programas de real alcance. Sin embargo, actualmente en la cultura todo pareciera vivir un letargo.
La añeja frase con la que se vivió la administración pasada, aquella que decía “no hay presupuesto”, pareciera ser una penitencia. Se sostienen actividades interesantes, claro que sí, pero… lo que más ha resaltado en lo que va de esta administración son los masivos populares.
La presentación de grupos que con los que no se fallará y allí estarán las multitudes aplaudiendo. Pan y circo. Un pan y circo que no sale nada barato.
Basta decir que la próxima presentación de la Banda MS equivale a 2 millones y medio de pesos, cantidad que ha provocado que muchos usuarios en redes sociales circulen un visual en el que rechazan la participación de grupos artísticos que cobran millones por unas cuantas horas, cuando la prioridad debiera ser el buen estado y mantenimiento de alcantarillas, semáforos y cableado; esto, a raíz de que una joven fuera tragada por una alcantarilla durante la torrencial lluvia más reciente.
Coincidentemente, el año pasado también se realizó una petición similar, pero por la cancelación de quimioterapias en el Hospital Pediátrico, lo que originó el movimiento #NoSeMetanConNuestrasHijas. En ese entonces se entregaron al Gobierno estatal 2 mil firmas para la cancelación de dicho espectáculo. Sin embargo, no pasó nada. El concierto se ofreció sin contratiempos ante más de 20 mil personas, mientras que las necesidades más apremiantes de los sinaloenses siguen al desamparo, al igual que hoy en esta ciudad donde el caos persiste y la “cultura” del espectáculo es glorificada.
