Por Azucena Manjarrez
- En los últimos tiempos encontramos en la ciudad interesantes propuestas pictóricas que brindan un respiro a los transeúntes.
No está en duda que en los últimos años el arte público en la ciudad ha tenido un avance abismal. Ya no se trata de pequeños intentos en algunas paredes o simple grafiti, pues estamos ante propuestas bien trabajadas y con un claro sentido social.
Lo que iniciaron artistas como Doctor Feis, Gran OM, Dante, Be University, Watchavato, Diske One, Emeck, entre otros, ya con un sentido artístico, ha sido enriquecido con propuestas realizadas por diseñadores-pintores que han marcado a una nueva generación.
Basta darse la vuelta por el centro de la ciudad, o incluso por algunas colonias, para darse cuenta de ello. Parece que hasta las autoridades culturales -y algunas firmas comerciales- se han mostrado interesadas en impulsar la pinta de murales, que si bien para muchos puede no significar mucho, para otros sí.
Tales murales ofrecen un respiro a los transeúntes en esta ciudad donde impera la violencia y el desdén hacia los sectores más lacerados, ya que tanto color como formas invitan y provocan a salir de la cotidianeidad. De este modo, los ciudadanos que los observan son trasladados a una suerte de creación estética sin pretensiones.
Y es que hace algunos meses el Colectivo Tomate, patrocinado por la marca de pinturas Comex, llevó a cabo el proyecto Ciudad Mural, inundando gran parte del centro de la ciudad con este género de arte popular.
En los murales se aprecian desde temas relacionados con la cultura indígena, hasta personajes fantásticos.
Están por otro lado los que apuestan a la consciencia social, tal es el caso específico del memorial que realizó Doctor Feis en honor a Javier Valdez, por la calle Andrade.
El arte público es tan variado y la mayor de las veces tan efímero, que hay que mirarlo y disfrutarlo porque mañana no sabemos si existirá. Y en situación de mientras, es decir, en tanto no desaparezca, hay que disfrutar a este Culiacán que se ha pintado de color.