La idea es que la puedas hornear en casa sin mayor problema. Es fabulosa y espectacular, con ese sabor divino capaz de conquistar los paladares más quisquillosos. Tanto en el video como en esta receta, vas a tener a la mano absolutamente toda la información que necesitas para que no haya margen de error cuando te animes a cocinarla. Y si tienes dudas, pues pregunta. No habrá incertidumbre sin respuesta.
Un tip que te puede servir: La manzana se oxida rápidamente en contacto con el aire. Por eso, si debe permanecer pelada algún tiempo antes de consumirla, conviene rociarla con un chorrito de zumo de limón, lo que evitará que se ennegrezca. Tan útil y sencillo.
INGREDIENTES
Para la masa quebrada:
- 1 ½ tazas de harina de trigo
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharadas de azúcar estándar
- 150 gr. mantequilla sin sal
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
- 1 yema de huevo
- 2 cucharadas de agua helada (opcional)
Para el riquísimo recaudo:
- 4 manzanas cortadas en gajos
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 3/4 taza de azúcar mascabado
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharada de mantequilla
- Ojo: la manzana con todo y piel
PREPARACIÓN
PREPARANDO LA MASA QUEBRADA
- Harina, sal y azúcar. Iniciamos nuestro proceso de preparación injertando un poco de sal a la harina, luego la cernimos pasándola por un colador para agregarle un poco de oxígeno y nuestra preparación quede más crocante. Una vez cernida, vamos a injertar azúcar.
- Mantequilla. Siguiente paso, vamos a cortar nuestra mantequilla en pequeños cubos. La mantequilla debe estar fría, pero no muy dura. Esto es muy importante para que la masa quebrada nos quede consistente. Vamos a injertarla en la harina con la ayuda de dos tenedores. No podemos meter nuestras manos, puesto que irradian calor y podrían derretir la mantequilla y activar el gluten de la harina.
- Yema de huevo y vinagre de manzana. Acto seguido, injertamos la yema de huevo. Si injertásemos clara y yema, la tartaleta nos saldría un poco dura. Una vez que la yema está bien concentrada en la harina y la mantequilla, vamos a poner el vinagre de manzana para que nos quede una masa crocante. Si fuese necesaria, añadir cucharada (s) de agua fría. Así de sencillo es preparar una masa quebrada.
- Oprimiendo la masa y puesta a reposar. Una vez que la harina tiene consistencia de arena, empezamos a unirla en forma de una bola: la oprimimos, pero sin amasar. Nunca debemos de amasar esta masa, únicamente injertar, apretar y formar una gran pelota con ella, bien compacta, y la dejamos reposar por 30 minutos en el refrigerador.
PREPARANDO EL MOLDE DE LA TARTALETA
- Estirando la masa para formar la tapa de la tarta. Sacamos la masa ya reposada del refrigerador y acto seguido vamos a estirarla para formar la costra de la tartaleta. Enharinamos un mantelito de silicona, o en su caso, usando un plástico que se tenga a la mano. La estiramos primero con nuestros dedos en la forma de una tortilla, enharinamos su superficie y le pasamos el rodillo para aplanarla y hacer un disco de las dimensiones del molde que se va a utilizar. Es muy importante que al aplanar la masa, tengamos siempre enharinada su superficie. Vamos a estirar de arriba abajo, hacia los lados, para ir formando una tortilla. No debe pasar del centímetro de grosor. Recuerden que es una tartaleta y debe quedar crocante, no gruesa.
- Colocando la base de la tartaleta en molde engrasado y enharinado. Una vez que tenemos la masa estirada con las dimensiones exactas del molde, que está previamente enmantequillado y enharinado, metemos nuestra mano por debajo del mantelito o del plástico que hayamos usado y volteamos la masa extendida sobre el molde, y a la vez retiramos la silicona muy suavemente, con cuidado, teniendo siempre en cuenta que una masa quebrada es de verdad muy delicada y se puede romper; y con nuestros dedos vamos a ir moldeándola en la forma del recipiente y cortando los bordes que sobren del disco de masa que debe quedar.
- Eliminando sobrantes. Montada ya la masa en el molde, con la palma de las manos vamos cortando los sobrantes, de tal manera que nos quede estética la montura.
COCINANDO EL RECAUDO DE MANZANA CARAMELIZADA
- Cortando las manzanas en gajos. Iniciamos ahora con el proceso para caramelizar nuestras manzanas: primero les retiramos el corazón. La manzana debe ir con piel, no se debe pelar y así aprovechar sus nutrientes y fibras que contienen. Tenemos preparado un bowl con agua fría y unas gotas de limón para combatir la oxidación de nuestro fruto. Vamos a partir cada manzana por la mitad, formamos gajos y los ponemos a reposar en el agua.
- Salteando la manzana en la mantequilla. Ponemos una cacerola al fuego y añadimos 1 cucharada de mantequilla. Muy importante que sea mantequilla. ¿Saben la diferencia entre mantequilla y margarina? La mantequilla es de origen animal, está hecha con la leche de vaca, mientras que la margarina es un producto químico, es artificial; por ende, cobra factura en nuestro organismo. Hay que usar mantequilla, aunque nos salga un poco más cara. Una vez que está derretida la mantequilla, vamos a añadir la manzana para saltearla un poco.
- Incorporando azúcar y limón a la manzana. Una vez salteados los gajos de manzana, les vamos a agregar el azúcar mascabado. El azúcar refinada no tiene absolutamente nada de fibra, mientras que la mascabado tiene la fibra de la caña, por eso la vemos morenita y por eso nuestro organismo nos lo va a agradecer. Se usa mucho en la repostería porque provee un sabor dulce, pero no empalagoso, y le da consistencia y un color dorado. Las cosas pálidas no se antojan. Las cosas doradas, las cosas bronceadas se antojan. Vamos a injertar perfectamente bien y esperamos a que caramelice un poco, le ponemos el jugo de limón para prevenir la oxidación y acentuar los sabores de la manzana.
- Canela y manzana: el maridaje perfecto. Y listo el recaudo. Una vez que está caramelizada la manzana, esto es, cuando la azúcar mascabada empieza a derretirse, cuando empieza a emerger ese olor riquísimo, vamos a ejecutar el maridaje perfecto: canela y manzana: le incorporamos 1 cucharadita de canela molida, revolveremos con la cuchara de madera, y listo. En 15 minutos está listo nuestro recaudo de manzana caramelizada.
COLOCANDO EL RACAUDO Y A HONREAR
- Recaudo, miel y canela. Vamos a pinchar la base de la tarta con un tenedor –tanto para que respire la masa, como para que no se levante la costra al momento de hornear– y enseguida nos disponemos a colocar el rescoldo, cuidando de añadir también, al final, el sobrante de miel. Al concluir este proceso, le espolvoreamos por encima 1 cucharadita de canela molida.
- Formando las tiras para la tapa. Vamos a estirar la masa sobrante en forma alargada y enseguida cortar tiras para cubrir nuestra tartaleta.
- Sellando con clara de huevo. Barnizamos con clara de huevo las orillas de la masa y luego vamos colocando las tiras una a una, presionando los extremos con los dedos y a la vez retirando la masa sobrante.
- Barnizando con huevo entero la superficie. Barnizamos con huevo la superficie de la tartaleta para que logre un dorado atractivo; después, con un tenedor, presionamos las orillas para formarle rayitas, que a la vez de compactar la masa, le da una vista estética.
- Al horno. Llevamos al horno precalentado a 250 °C por 20 ó 25 minutos. Y listo: a disfrutar.