FUERA DE CULIACÁN, EL ISIC NO DA PIE CON BOLA

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Que estaba experimentado. Que ya había acumulado lo suyo dentro de la promotoría cultural, y que por eso se le daba nombramiento como delegado del Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC) en la Zona Norte. Y medio mundo en Los Mochis, hacia el mediodía del miércoles 18 de enero del presente año, se dio por enterado que la representación había caído en la persona de Alejandro Soto Orrantia. Esa vez también se ungió a Ramón Briseño como director de la Escuela Vocacional de Artes.

Ramón Briseño, Papik Ramírez y Alejandro Soto.
Ramón Briseño, Papik Ramírez y Alejandro Soto.

Fue entonces que devino la sorpresa respecto al joven Soto, no porque tuviese malos antecedentes, sino porque éstos más bien los tenía en terrenos que nada tenían que ver con la cultura, apreciado y reconocido por su labor altruista como guía de jóvenes en aventuras con apego a la naturaleza. Después se sabría que Alejandro había hecho caminito –muy pero muy cortito– bajo el amparo del empresario mochiteco Alejandro Elizondo, cuando éste se instauró al frente de la Fundación Cáritas y dio en promover veladas bohemias para hacerse de fondos, siendo Soto Orrantia el enlace con la entonces directora del ISIC, María Luisa Miranda Monreal.

Pero no pasaban más de 15 días cuando se supo que siempre no, que Alejandro Soto quedaba fuera de la nómina del ISIC y que su renuncia había sido por razones estrictamente personales, aunque los murmullos empezaron a decir que más bien fue destituido petit comité, quasi secrecía, porque doña Pilar Artola había manifestado su descontento al no haber sido consultada para un nombramiento como tal. También se llegó a expresar que Soto Orrantia le dijo a Papik Ramírez Bernal, director general del ISIC, qué cómo, oye: ¿tan bajo es el sueldo en este puesto? Y que besos-bye.

A semanas desde entonces, la oficina de prensa del ISIC informa (martes 28 de febrero) que ya hay humo blanco en la Zona Norte y que el delegado se llama Ricardo Portugal Cuevas, que Ramírez Bernal lo comprometió a trabajar muy de cerca con la comunidad artística y cultural, así como estrechar relaciones con los municipios del norte de Sinaloa.  En un párrafo, reza:

Nombramiento de Ricardo Portugal Cuevas como delegado del ISIC en la Zona Norte.
Nombramiento de Ricardo Portugal Cuevas como delegado del ISIC en la Zona Norte.

“También instruyó a Ricardo Portugal Cuevas para (…) mantener relaciones estrechas con el CIE, Museo Trapiche, el Patronato que dirige el Teatro de Los Mochis y los ayuntamientos del norte del estado, así como personas que se dediquen tanto a la promoción y la creación cultural, para beneficiar a la sociedad”.

Pero dicen en Los Mochis que la historia se repite, que si el primer nombramiento que se dio fue para quedar bien con el empresario Alejandro Elizondo y no para enaltecer la cultura, con Portugal Cuevas se intenta quedar bien con la titular de Cultura del Ayuntamiento de Ahome, Claudia Bañuelos, pues el señor es su compadre y que no importa ni tantito que carezca de experiencia en el ramo de la cultura.

Dadas las circunstancias, a la actual administración del ISIC se le enredan las cosas fuera de la capital sinaloense, donde su director, Papik Ramírez Bernal, goza de prestigio y aceptación entre las diversas capillitas culturales. En la zona norte casi era de esperarse, pues no sólo es la tierra del ex gobernador Malova y de la ex ministra de Cultura, María Luisa Miranda, sino también asiento de Pilar Artola, artista de la lente y de gran influencia en los palacios de poder. Qué esperar del sur, particularmente de la zona de Mazatlán, donde aún las llagas no sanan entre quienes esperaban que Raúl Rico ocupara la dirección del ISIC. A ver por dónde salta la liebre.

 

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