Varios son los nombres que se escuchan para ocupar la nueva dirección del ISIC, y aunque no hay nada definido, todo apunta al regreso de las viejas caras de la cultura.
Los nuevos destinos de la cultura en el estado para el próximo año ya están definidos y aunque aún no se tiene un rostro definido para ocupar la dirección del ISIC, se han escuchado varios nombres, como los de Papik Ramírez, Raúl Rico, Judith Zazueta, Sergio Jacobo y otros más que trabajaron a tope en los foros y jornadas culturales de quien será el próximo Gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel.
Lo que sí es definitivo es que las viejas caras de la cultura regresarán a escena, algunas de ellas incluso exiliadas durante este periodo que se deshizo de todo lo que oliera a pasado, o estuvieran relacionadas con uno de los directores más queridos por la comunidad cultural, llamado Ronaldo González Valdez.
Toda la cargada administrativa estuvo ocupada por personal de Los Mochis, que aunque no resulta absurdo decir que ya les ‘tocaba’, a estas alturas sabemos que no fue lo más acertado.
Llenar las oficinas del Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC) con personas de poca, mucha o nula experiencia en este ámbito, se convirtió en una bomba de tiempo, que fue tastabillando año con año.
Cierto es que a su llegada, la directora actual, María Luisa Miranda, se encontró con muchas deudas y proyectos inconclusos. En los primeros meses esto fue una buena justificación para decir que las cosas no funcionaban del todo bien; sin embargo, su poca empatía con la comunidad cultural demostraron lo contrario.
Lo que a simple vista se ve, es que esta administración se caracterizó por tener más sombras que luces. Basta recordar el despido de trabajadores con más de 20 años de antigüedad por exigir condiciones mínimas de trabajo, huelgas, abandono de ciertos espacios del Centro Cultural Genaro Estrada, la falta de presupuesto, artistas sin trabajo y un largo etcétera.
Es, incluso, triste, entrar a un Centro Centenario de las Artes inutilizado, que se centró en un programa infantil, presentaciones de libros, conciertos, cuando su actividad anterior era incesante. Pesa porque mucho costó levantar el viejo Mesón de San Carlos y equiparlo.
Otras de las cosas imperdonables es el mal estado de las puertas casi destruidas de los baños del Teatro Socorro Astol, y no hablemos de los que están en el estacionamiento.
No está de más referirse tampoco al área de Patrimonio Cultural, cuyas actividades pocos conocen, salvo el Festival Yoreme, que nunca terminó de cuajar.
Ante este tipo de situaciones, recuerdo alguna vez decir a la propia directora que no era fácil, y eso es obvio; no ha sido fácil trabajar cuando son más los señalamientos que los aciertos y sobre eso poco se hizo. Las exigencias de la comunidad cultural se quedaron en eso.
Por eso sabemos que quien ocupe la nueva dirección no la tendrá fácil, a pesar de que al menos, los arriba mencionados, tuvieron aceptables desempeños en los cargos que ocuparon anteriormente.
Aunque digamos también que con sus desaciertos, los cuatro entendieron que la cultura era fundamental para este estado lacerado por la violencia.
Y aunque lo cierto es que todo puede suceder y que nada está asegurado, recordemos que a Papik Ramírez se le empezó a conocer por trabajar con Ronaldo González Valdés en el entonces Difocur, y en 2008 ocupó la Dirección de Cultura del Municipio de Culiacán; pero al terminar esta encomienda, poco se dejó ver en el ámbito de la cultura.
Raúl Rico ha sido un promotor cultural activo y goza de cierto reconocimiento; actualmente es director del Instituto de Cultura y Arte de Mazatlán, el municipio que de alguna manera ha sido el eterno olvidado del ISIC, aun con su gran actividad musical y la presencia del grupo de danza contemporánea Delfos.
En el caso de la maestra de música, Judith Zazueta, fue directora de Capacitación de Difocur en dos administraciones.
Sergio Jacobo relevó a Ronaldo González en la dirección del ISIC, en 2008, y después ocupó la Secretaría de Cultura del PRI.
Ahora sólo queda esperar a que, con la llegada del nuevo director, la cultura retome su camino sin que beneficie sólo a unos cuantos. La cultura es para todos.