Pareciera que ya ni llorar es bueno, sanos y propositivos amantes de la bicicleta, tan adecuada en estos tiempos tan abruptos por el llamado calentamiento global debido a la inclemente contaminación humana. Y es que nuestro motorizado presidente municipal, Sergio Torres, ya ordenó las toneladas de cemento sobre la avenida Obregón. Andan levantando encuestas para ver (como que sí, como que no) si se diseña un carril bicicletero. Pues ya se verá. Y punto. ATENTAMENTE: Julio Bernal, vocero no autorizado, insurrecto y córrele porque te pego del H. Ayuntamiento de Culiacán (disculpas de antemano a la buena amiga Ana María Alvarado, real titular de la Dirección de Comunicación).