Mucho se ha dicho ya sobre la incursión de animales en las carreteras, que con frecuencia originan accidentes automovilísticos con resultados lamentables. Pero nada se ha hablado en relación con la incursión de ganado vacuno en algunas céntricas rúas de esta capital, dándose el caso de que por la noche se paseen por las calles tranquilamente, y no pocas vacas frente al Palacio de Gobierno, y otras que suelen pastar en el jardín de la Plazuela Rosales. ¿Vivimos en la Capital del estado, cuyos habitantes pugnan por llevarla a la cúspide del progreso, o sigue siendo Culiacán un rancho grande?
Las vacas en las calles, columna La Queja diaria. El Regional, domingo 2 de diciembre de 1942