Miembro de una generación de intérpretes y compositores que tuvo su origen en la década de los sesenta, Amparo Ochoa emergió desde un principio como la gran figura de la entonces naciente Nueva Canción. Nacida el 29 de septiembre de 1946, falleció el 7 de febrero de 1994 en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, su tierra de origen. Los 25 años de su trayectoria artística fueron marcados por el signo de una entereza inquebrantable. Fiel a sus ideales, asumió con profunda responsabilidad el llamado de su propia conciencia para ir de pueblo en pueblo, de plaza en plaza, de lugar en lugar y dejar en cada parte su testimonio de lucha, la convocatoria a conquistar un mundo más justo, a no deponer la dignidad y a ondear siempre la bandera libertaria.